
A TI, SOLDADO, QUE HICISTE EL SERVICIO MILITAR EN MARINES.
Hace cincuenta años se creó la base militar General Almirante, por cuyas instalaciones han pasado más de doscientos mil jóvenes.
Ciertamente, un buen número de los amables lectores de este artículo son parte de aquellos jóvenes que entre 1970 y 2001 recibieron la instrucción militar en el CIR nº 7 o sirvieron como soldados en las unidades sitas en las instalaciones castrenses de Marines, hoy base militar General Almirante, que sin duda evoca en ellos recuerdos imborrables de años mozos.
Todo empezó en 1964, cuando el Capitán General de la III Región Militar solicitó a los ayuntamientos de Marines, Olocau y Gátova la cesión de terrenos con el fin de establecer un Campamento Regional destinado a la instrucción de reclutas.
Entre 1965 y 1968 se declaró de utilidad pública la adquisición de los terrenos ubicados en los antedichos términos municipales, así como otras parcelas del término de Liria, necesarias para las instalaciones de pozos y de canalización del agua, tras lo cual en 1968 se inició la construcción de las instalaciones del Centro de Instrucción de Reclutas (C.I.R.) núm. 7 y en 1970, hace ahora cincuenta años, se incorporaban al campamento los primeros reclutas para su instrucción.
A partir de 1987 los CIR fueron desapareciendo y se volvió al anterior sistema
En la década que siguió el C.I.R. de Marines tuvo en sus cuarteles más de 122.000 soldados y en torno a otros 100.000 desde 1980 al 2001. Además de estos reclutas que pasaron por esas instalaciones militares hay que contar que hasta 2001 se incorporaron a la base soldados de reemplazo, a cuyo número debe sumarse los entre 400 y 500 suboficiales y oficiales y los 1.500 militares de tropa profesionales que han estado permanente destinados en la base desde 2001, lo cual arroja un enorme registro de españoles que han pasado por ese enclave castrense de la Comunidad Valenciana.
En 1980 se produjo el traslado desde Bétera y Valencia a Marines del Regimiento de Caballería Lusitania nº 8, el Regimiento Mixto de Ingenieros nº 3 y la Agrupación Logística nº 3, todas ellas pertenecientes a la División Maestrazgo nº 3.
A partir de 1987 los CIR fueron desapareciendo y se volvió al anterior sistema, mediante el cual se enviaba directamente los reclutas a los cuarteles de destino, donde se conformaban las denominadas Unidades de Instrucción de Reclutas (UIR) con el subsiguiente encuadramiento en las unidades definitivas. Este proceso se producía al tiempo que, en 1988, se aprobaba el ingreso de las mujeres en el servicio militar.
En 1995 y 1996 se implantó el Plan Norte, desapareciendo la División Mecanizada Maestrazgo nº 3 y con ella parte de sus unidades ubicadas en la Base de Marines, a la que le fue asignado más tarde el nombre General Almirante.
Permaneció en la Base el Regimiento de Caballería Lusitania" nº 8, llegó por traslado desde El Pardo el Regimiento de Transmisiones Tácticas nº 21 y fue creado el Regimiento de Artillería Antiaérea nº 81, que en el año 2015 se reorganizó y transformó, resultando más tarde el Grupo de Artillería Antiaérea Patriot III/73 con dependencia regimental de Cartagena (Murcia). También fue de nueva creación el Grupo de Caballería Ligero Acorazado Milán XVI, nacido en 2016 con dependencia orgánica de la Brigada Canarias XVI.
En la actualidad la Base General Almirante, situada a unos 35 km de Valencia, ocupa una superficie de 2.556,27 hectáreas, con una zona edificada en la que trabaja una plantilla de unas 2.200 personas.
En los años que corren se echa en falta la valoración de las importantes aportaciones sociales que aportó a España el servicio militar durante todo el siglo XX. Y si hemos de hablar a aportaciones sociales también me referiré a los valores, término que comprende los principios morales que regulan el comportamiento del ser humano en una organización, lo que hoy padece una severa crisis en ciertos ámbitos civiles.
Hoy en día, con tantos conceptos vueltos del revés, las Fuerzas Armadas son un ejemplo internacional y de fronteras adentro en múltiples disciplinas y actitudes, y digo yo que no sería un mal negocio transmitir esos valores a una sociedad con un gran componente viciado de nihilismo y abandonismo, que lleva casi dos generaciones oyendo "no os esforcéis, nos preocupéis, no luchéis"
Desde los años de mando del coronel don José Caruana Gómez de Barreda (+) hasta la actualidad con el coronel don Víctor Valero García, ambos prestigiosísimos soldados que marcan el esforzado nacimiento y el ahincado y brillante presente de la Base Militar 'General Almirante', se cumplen cincuenta años con un meritísimo servicio a España y a Valencia, y a sus más de doscientos mil jóvenes que vistieron el uniforme en el CIR nº 7 y que se encuadraron en las distintas unidades durante su Servicio Militar.
La gran siembra que se hizo en Marines sobre esa extensísima población de jóvenes tiene como esencia la idea de servicio público que como concepción capital tienen las Fuerzas Armadas de la labor que prestan, puesto que, para nuestros militares, el acto de servicio se convierte en la justificación de cualquier acción y hasta de la propia pérdida de la vida.
Esa es la gran enseñanza recibida en Marines y que no se queda en los valores, sino que llega a los comportamientos a que estos dan lugar en la praxis del ámbito civil: capacidad de decisión, imperturbabilidad, inmediatez, previsión, paciencia, autodominio, iniciativa disciplinada, resiliencia frente a situaciones de crisis, resistencia al estrés. proclividad al liderazgo, capacidad de decisión, aptitud para gestionar recursos, y actitud activa y comprometida orientada en pro de una cierta causa.